Luisa Casati, por ejemplo, musa.
Este post está escrito por la bonita y muy sabia Isabelitavirtual. Podéis (y debéis) seguirla es su magnífico instagram.
Cuando ThePetiteBrunette me abrió las puertas de su maravillosa casa decidí que vendría acompañada de una dama a la altura de las circunstancias, la Marquesa Casati.Pintada, fotografiada y vestida por los más grandes maestros, desde Man Ray a Poiret, pasando por Bakst o Fortuny, se convirtió en el escándalo de su época y como ella misma se definía en “una obra de arte viviente” que casi pasaría a ser obra de arte chamuscada después de electrocutarse con un vestido confeccionado con luces, al más puro estilo Hussein Chalayan.
Luisa Casati fue muchas cosas pero está claro que lo que sigue siendo es inspiración.Desde que John Galliano la desempolvase para su mítica colección S/S 98 se intuye su presencia. Paolo Roversi transformó a Tilda Swinton en la Casati. Karl Lagerfeld hizo lo mismo con Carine Rotfield.Adivina de dónde viene el nombre de la firma Marchesa. Exacto.¿Lo útimo de Tom Ford antes de dejar YSL? Sí. También estuvo allí.Hace un par de años se paseó por la Chanel Cruise Collection, sus smokey eyes impactaron a todos desde la pasarela.
Tilda Swinton by Paolo Roversi
YSL spring 2004
Carine Roitfeld by Karl Lagerfeld
Chanel Cruise Collection 2010 Ahora ha vuelto. La vi hace muy poco en las joyas neo-góticas de Givenchy Haute Couture, en el dramatismo de los vestidos túnica de Julien Fournié y en los estilismos excesivos de Lori Goldstein y Karl Templer para los últimos números de Vogue Italia.
Julien Fournié Haute Couture 2010
Paolo Roversi for Vogue Italia Sept. 2011 styled by Lori Goldstein
Hace unos días, Shalom Harlow en el aniversario de Cartier, representaba a la mismísima Luisa, porque fue ella quien inspiró el icono de la famosa pantera de la marca.Ahora que gracias a The Artist todos miramos a los años 20 y hablamos de las flappers, aquellas alocadas jovencitas de peinados bob, es buen momento para recordar a una mujer que eclipsó a todas ellas. No estaría nada mal que su creatividad y su valentía nos invadieran de nuevo. Bienvenida Marquesa.